Las diferencias entres mujeres y hombres biológicamente hablando son varias. A nivel fisiológico y psicológico somos diferentes y por tanto la aplicación de las cargas, volúmenes e intensidades se deberían adaptar al ciclo menstrual. Por lo tanto, hemos de usar diferentes metodologías. Esto no quiere decir que una mujer tenga que entrenar menos, ni con menos intensidad pero si hemos de tener las fases en las que se encuentra la deportista en cada momento. Con el fin de mejorar el rendimiento y minimizar el riesgo de lesiones.
Las diferencias que ahora os detallamos empiezan a manifestarse a partir de los cambios hormonales (sobre los 12 años ), antes de esto, las diferencias son prácticamente imperceptibles.
- Nivel músculo esquelético: Esqueleto más pequeño, menor masa muscular, mayor elasticidad, caderas más anchas y mayor curvatura lumbar.
- Nivel Cardiorespiratorio: Menor capacidad pulmonar y por tanto menor consumo máximo de Oxígeno.
Corazón más pequeño y por tanto menos volumen sistólico , que conlleva que el transporte de oxígeno sea menos efectivo. (más pulsaciones).
- Neurológico: Menor prestación de fuerza, mayor porcentaje de las fibras rápidas y mayor coordinación y habilidad. También mayor equilibro por poseer el centro de gravedad más bajo.
Por tanto, ya sabemos el porqué las mujeres y los hombres no deberíamos entrenar siempre igual. ¡¡¡¡ENTRENEMOS!!!